05 Dic La ruptura de pareja:Un viaje al corazón
En estos tiempos, todos pasamos alguna vez por la separación de una pareja, e incluso varias veces. Es una situación difícil, incluso cuando es de mutuo acuerdo, y a menudo llegamos a esta decisión exhaustos después de haber intentado una y otra vez remontar la relación. “El mal de amores” es uno de los motivos más frecuentes por los que las personas acuden a mis sesiones de terapia gestalt y de constelaciones familiares.
Aquí te cuento qué puedes hacer para superarlo mejor.
¿Qué hace que la ruptura de pareja sea tan difícil para muchos?
-Es importante que nos demos cuenta de que no rompemos sólo con la pareja sino también rompemos otros lazos a menudo establecidos durante largo tiempo con personas del entorno de nuestra pareja. La pérdida es múltiple, perdemos a la pareja y al mismo tiempo amigos, familiares, roles, hábitos, rutinas…Cada final de relación es una muerte y requiere aceptar el cambio que se nos presenta.
–Tras la pérdida aparece un vacío y se abre un proceso de duelo. Este será más o menos fácil según nuestra personalidad y circunstancias personales. Aprender a transitar el duelo será imprescindible para superarlo, ya que mientras lo evitemos sólo alargaremos el proceso.
–Un factor determinante dependerá de cómo hayamos gestionado nuestra individualidad mientras estábamos en pareja. Uno se encuentra cara a cara consigo mismo, tal vez uno se haya dejado de lado, se haya abandonado, no se conozca ni se reconozca. En verdad, el vacío que se siente es proporcional al grado de abandono de uno mismo. Si hemos sabido cuidar nuestro espacio propio, nuestras amistades y aficiones, el proceso será más fácil. Cuánto más hayamos renunciado a nosotros mismos, mayor dificultad tendremos para recuperarnos.
¿Qué podemos hacer para superarlo ?
–En primer lugar, es necesario mirar hacia atrás, para reconocer lo que ha habido, nombrar, poner palabras a lo que ha sido nos ayudará a poner orden y tranquilizará nuestro corazón. Para cerrar cualquier tema, primero es necesario que esté ordenado dentro nuestro, mientras haya asuntos pendientes no podremos quitárnoslo de la cabeza. Es ideal poder hacer este ejercicio con la otra persona, aunque muchas veces no es posible. Así que es bueno escribir lo que has sentido, lo que has pensado, lo que ha sucedido. O bien, compartirlo con un terapeuta profesional que te acompañe en ese proceso.
–Al mirar atrás es imprescindible aprender a surfear las emociones que se presenten .Entregarse a las emociones y gestionar los diferentes tipos de oleadas emocionales que se suceden unas a otras. Cada emoción es necesaria y tiene su sentido, su función.
–Movernos de la culpa a la responsabilidad es una gran ayuda para avanzar. Es una trampa culpabilizar al otro o sentirnos nosotros culpables y sólo sirve para hacerlo todo más difícil. Si nuestra pareja nos ha herido o bien sentimos que hemos sido nosotros los que hemos herido, lo sano es preguntarnos por qué nos atrajo y por qué la atrajimos.Así podremos descubrir aquellos mecanismos automáticos que mueven nuestro mundo afectivo….., miedo a estar solo, inseguridad, dependencia, necesidad de dominación… Si logramos verlos. de forma natural se irán transformando y podremos avanzar hacia una nueva forma de relacionarnos en pareja.
Verdaderamente una relación es más sana cuanto mayor es la madurez de sus integrantes. Muchas veces falta amor, el buen amor. Tomar conciencia de lo que no se hizo bien, tener la valentía de asumir errores y darse cuenta de los patrones de relación propios, nos permitirá sacar los frutos de la experiencia, asimilarlos y crecer .Sin duda, una ruptura bien superada nos ayudará a madurar y a avanzar en nuestro camino hacia el encuentro de una buena pareja.
Una vez superado el duelo, y no antes, podremos afrontar una verdadera despedida.
En mis sesiones de terapia gestalt y de constelaciones familiares utilizo la fórmula de despedida de Bert Hellinger, creador de las Constelaciones familiares, para hacer un pequeño ritual y propiciar el ejercicio de soltar a la pareja con agradecimiento, responsabilidad y conciencia. Dice así:
Tomo lo que me diste.
Fue un montón, y lo honraré y lo llevaré conmigo.
Aquello que yo te dí, lo dí a gusto y puedes quedártelo
Por aquello que fue mal entre nosotros dos,
Yo asumo mi parte de responsabilidad, y te dejo la tuya.
Y ahora te dejo en paz.
Decimos que se nos ha roto el corazón, sin embargo lo que se resquebraja es la coraza, las defensas con las que nos protegíamos por miedo a ser heridos. Si lo permitimos podremos renacer, re-inventarnos para ir convirtiéndonos nosotros en una buena pareja.
Puede ayudarte leer estos otros artículos de nuestro blog:
Para qué hacer terapia, La pareja empieza por tí,
Si sientes que te puedo acompañar en sesiones individuales de terapia gestalt o de constelaciones familiares, puedes contactar conmigo en este enlace.
Mercè Perarnau. Terapeuta gestalt y sistémica.
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